He esta
entrada voy a hablaros de un experimento que he hecho. La experiencia la he
sacado de un libro que venían cuarenta y seis experiencias, pero yo he hecho la
que más me ha llamado la atención. En verdad estaba indecisa por qué no sabía
si hacer esta o otra, pero decidí hacer la experiencia llamada “Tomar una
comida al revés”. Ahora me alegro de haberla escogido.
El día
que hice esa prueba venia del colegio muerta de hambre. No estaba segura si
hacerla ese día o no, pero lo intente, y me encanto. Si fuera por mí siempre comería
al revés, puesto que me encanta el postre.
Cuando me
senté a la mesa me hizo mucha gracia porque todos estaban comiendo puchero y yo
ya me estaba tomando el yogur. Al terminármelo me pusieron el plato por delante
y la verdad es que no me apetecía mucho porque me daba un poco de fatiga pensar
que después de algo dulce del tirón me como algo salado. Pero empecé a comer y
al principio note un poco raro el sabor del arroz, pero conforme iba comiendo sabían
normales. Termine de tomarme el plato y había uno quesos para mojar los picos
que me encantan pero cuando empecé a comerlos no tenia mas habré. Me dio mucha
pena porque me gustaba mucho. De todos modos me ha encantado hacer esta
experiencia y la volvería a repetir todos los días.